viernes, 13 de septiembre de 2013

Jara (Cistus)

La jara es un arbusto de hoja perenne muy común en el Mediterráneo que puede llegar a medir hasta tres metros de altura. Es un género que engloba a más de veinte especies distintas. Sus hojas lanceoladas aparecen, en algunas especies, cubiertas de una resina pegajosa con un olor aromático.



Sus flores cambian de color según la especie, las podemos encontrar blancas, rosas, amarillas...presentan cinco grandes pétalos que suelen tener una mancha en la parte más próxima a los estambres. Son flores hermafroditas. A la pocas horas de florecer, éstas caen con facilidad, pero como crecen en abundancia solemos encontrar a este arbusto bastante florido.


La jara prefiere climas secos y soleados, por lo que no soporta los encharcamientos. Aguanta con moderación el frío, siendo conveniente protegerla durante las heladas. Es una planta bastante agradecida que no requiere excesivos cuidados. 


Mantis religiosa (Mantodea)

          La mantis religiosa debe su nombre a la posición de sus patas delanteras. Es un insecto de unos 5 o 6 centímetros, con cabeza triangular, que pueden girar 180º, y dos ojos compuestos de gran tamaño. Encontramos distintas subespecies de mantis, en general suelen ser de color verde o pardo, pasando así desapercibidas con su entorno, dependiendo de si habitan en lugar más secos o más húmedos. 


La mantis religiosa es un excelente depredador. Posee una velocidad vertiginosa a la hora de cazar. Como se puede observar en la fotografía, posee una serie de espinas en las patas delanteras, que les sirven para sujetar a las presas, entre ellas encontramos polillas, grillos, moscas y un largo etcétera. Desde la otra perspectiva de la cadena alimenticia, las mantis se ven amenazadas por arañas, pájaros y otras mantis. Bien conocido es el hecho de que la hembra tras el apareamiento o incluso durante, devora al macho.


La puesta de huevos de la mantis tiene lugar en otoño. Pueden llegar a poner cientos de huevos, que expulsan en bolsas espumosas. A pesar de tal cantidad de huevos, solo sobreviven unos pocos, debido a que en este curioso insecto se da lo que se conoce como canibalismo juvenil, que como podréis deducir, no es otra cosa que el ataque entre los propios hermanos.